Escasos de ideas

MIR: Mal Intento de Reproducción

Viva la originalidad. Así deben de andar los creativos de las productoras audiovisuales españolas. Si pensaban que ya no se podía crear ni una sola teleserie más ubicada en un hospital, estaban equivocados. Se ha anunciado una nueva serie que se emitirá en Antena 3 titulada "Enfermeras" y que aún se encuentra aún en fase de casting. Se emitirá a diario, de lunes a viernes, por lo que previsiblemente tendrá un formato más propio de una telenovela que de una serie de prime-time.

Por si no teníamos suficiente con MIR, la soporífera copia a la española de Anatomía de Grey, ahora nos vienen con las enfermeras. A este paso, las productoras se van a quedar sin gremios que serializar: monjas, canguros, periodistas, médicos... Por supuesto, todo vale si la idea es buena y hay un factor que marque la diferencia. En el caso de las (muchas) series de médicos que hay, cada una tiene su "plus": el realismo de Urgencias, las relaciones personales de Anatomía de Grey, el House de House, el humor y ritmo narrativo de Scrubs... Por desgracia, ese no está siendo el caso en los últimos meses. El espectador está sufriendo copias, malas copias. Y no me negarán que la apuesta empieza a ser arriesgada. Cierto que, por ejemplo, Hospital Central ha acabado siendo una buena copia de Urgencias, pero la serie sufrió bastantes meses al borde de la cancelación por falta de audiencia en sus inicios. Hasta que consiguió despegarse del corsé de su referente norteamericana y empezó a tomar cuerpo propio.

Y es que estos creativos pensarán: "Si podemos hacer personajes planotes y estereotipados para que le entren fácilmente en la mollera a este país de encefalogramas planos, mejor que mejor". Por ejemplo, aunque los chavales de MIR en la ficción han estudiado 6 años de licenciatura dejándose los lomos, resulta que son unos matasanos a lo Dr. Menguele. La desafortunada campaña promocional de la serie tampoco ha ayudado mucho (rezaba: "No son médicos, pero curan"). Y claro, luego pasa lo que pasa y surgen las polémicas y cientos de médicos internos residentes DE LOS DE VERDAD mosqueados ante la posibilidad de que se les presenten pacientes acojonados que pidan un médico de verdad.

Es lo que pasa cuando la ficción cruza la delgadita línea que la separa de la realidad. Que la caja tonta no es tan tonta. Ni todos los que la vemos somos tan listos.